Las telas, a cual más bonita. Además, había una variedad impresionante. Chales de tela, de punto, a ganchillo, bordados, etc.
Los chicos también tenían sus vestimentas, y también había de todo...
Y por supuesto, si algo no puede faltar en una buena fiesta, es la comida. Había para todos los gustos.
Hacía siglos que no tomaba un calimocho! y menos a ese precio, jajajaja.
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