lunes, 25 de septiembre de 2017

Jabones viejos

Hay mil ideas para reciclar jabones en la web.  En su momento probe a hacer uno completo con los restos de otros y no quedó nada mal.


El caso es que a veces compro jabones pensando que me van a gustar, y luego resulta que son demasiado duros, o no me gusta la espuma que hacen, o simplemente no dan el resultado que esperaba.   Y con esos no tiene sentido hacer otro jabón, que tampoco me va a gustar.


Podría tirarlos, son baratos.  Pero soy anti-tirar cosas que pueden ser utilizadas todavía. 


Estudié hacer gel de ducha, pero tampoco tiene demasiado sentido.  La electricidad/gas que gastas para hacerlo es más de lo que te cuesta un jabón o un gel.  Y tampoco tiene sentido hacerlo con jabones que no me gustan.




Así que he optado por rayarlos y añadirlos al jabón que uso para la ropa.  ¡Buf, vaya sudada para rayar todo esto!  Y aun me queda para otra tanda.



Sorprendentemente me está funcionando muy bien.  Simplemente lo meto dentro de la caja de los polvos para lavar ropa y se mezclan. He observado que las manchas salen mejor, y no me queda nada de restos de jabón.

Hay que ver lo que vamos descubriendo...

lunes, 18 de septiembre de 2017

Hadas rosas

Este año decidí tomarme una semana de vacaciones en casa, yo solita.  Tenía muchísimos planes, una lista inmensa de cosas que quería hacer durante estos días. Jajajajaja.

Luego llega la realidad, y no sé qué pasa, que los días desaparecen.  Las horas vuelan, y eso que me levantaba a las 7 de la mañana.

Pero sí me dio tiempo a terminar esta colcha de hadas.


Ya había pasado hace tiempo por el bastidor, y acolché todo lo que no son los paneles con un hilo de colores variados, similar a los rosas y fucsias.  Estas fotos del acolchado son de Agosto del 2015.  Ya ha llovido...



Unos grandes loops sin más.  Pero los cuadraditos con las hadas quería hacerlos diferentes. y todavía los estaba pensando.  Esta manía mía de hacer las cosas perfectas a veces me paraliza demasiado.


En la última Feria de Manualidades de Bilbao comré una serie de reglas para acolchar, y más tarde comré también el prensatelas adecuado, y todo estaba esperando ser utilizado.  Así que saqué la regla más grande que tenía, en forma de media luna y me puse con un rotulador de tela en la mano, y la regla en la otra a pensar.


Para acabar llegando a la conclusión de que no hay que pensar demasiado, e intentar en mi primera vez son una regla hacer un dibujo geométrico, es muy atrevido.  Así que al final, simplemente hice unas rayas de lado a lado en curva con la regla, como si fuera un arco Iris, y ha que quedado genial.


No hay que pensarlo tanto.  Hay que acabarlas, y poco a poco ir aprendiendo.  Esta vez he aprendido a usar una regla.  Por supuesto aún me queda por practicar muchísimo, pero es un comienzo...

jueves, 14 de septiembre de 2017

Cabecero


Un fin de semana lluvioso, un sábado ocioso, un marido aburrido y un tablero en el balcón que estaba harta de ver.  ¡Necesitamos un cabecero para la cama!



Así que manos a la obra.  He visto muchos videos y tutoriales en los que usan un tablero agujereado cubierto de una plancha de espuma, guata y los botones son botones de verdad, que pasan con un hilo grueso y atan por la trasera con botones pequeños normales.

Yo quería usar lo que teníamos en casa.  Y tenía un gran tablero y guata gruesa de una funda de sofá que desmonté, y eso usamos.


La tela rosa que hemos usado de entretela también es de mi colección de telas, ni recuerdo de dónde salió.  Lleva muchísimos años conmigo y la he usado para muchas cosas.  Creo que ya se me ha terminado.

La tela externa es la misma que las cortinas de la habitación.  Compré dos juegos, porque quería hacer una colcha.  Al final, la hemos usado para el cabecero.



En esta foto se ve cómo posimos las alfileres, aprovechando un pequeño dibujo de una raya que tiene la tela.

Hasta aquí trabajamos en equipo.  A partir de aquí, cada uno a su tarea.  Joaqui se dedicó a poner unos pequeños tornillos con arandelas en cada punto marcado con alfiler, para darle el formato de acolchado.







Mirád qué resultado tan espectacular.  Todo pequeño fallo de tensión que hubiéramos podido dejar queda solucionado con estos tornillitos.



Y yo me fui a preparar los botones.  Estuve largo rato dando vueltas por casa.  Tengo la máquina para forrar botones, pero solamente tenía 6 para hacer, y necesitaba 17.  Estuvimos estudiando hacerlos de chapa, de cartón, de tapitas, y al final, encontramos unos complementos para broches que usa Joaqui para sus flores de Nespresso.  Teníamos muchos, y con sólo quitarle la pinza y el alfiler, tenían un tamaño perfecto.



 El Hilo blanco grande que veis en la foto es antiguo, lo usaban para coser guantes.  Es muy fuerte, casi como el de coser vaqueros.  Un poco de guata, un poco de tela, todo cosido por detrás, y un buen rato más tarde tenía los 17 botones listos y preparados.


Los pegamos con la pistola de silicona, con el tablero en horizontal.  Ha quedado perfecto, parece profesional.


Viendo el resultado tan bonito, nuestra pregunta fue ¿Y porqué no lo hicimos antes?  Y la respuesta a esa pregunta es que me daba miedo que quedara una chapuza.  Colocar bien la tela en las esquinas tiene su trabajo, no tenía nada claro cómo coser los botones, tenía que comprar una plancha de espuma, y tantas otras llamémoslas "inseguridades".  Al final, nos tiramos a la piscina.

Los americanos dicen que mejor hecho que perfecto, y tienen razón.  Si no te lanzas, nunca sabrás si queda bien o mal.

Y en esta ocasión, el resultado ha sido absolutamente perfecto!  Ya tenemos planes para un segundo cabecero en la casa del pueblo!

lunes, 11 de septiembre de 2017

Un carro de la compra nuevo

Si hay algo que me fascina son los bolsos.  Bolsos, bolsitas, mochilas, week-enders, cestos, maletas, todos. Me paro en todos los escaparates, miro, compruebo cómo están hechos, los admiro, y normalmente sigo mi caminio.

Es muy difícil que un bolso cumple con todos mis estándares.  Bonito, bueno, barato ;-)).  Pero además, no me gusta que pesen.  Llevo muchísimas cosas en mi bolso, y lo que menos necesito es que el bolso ya pese de vacío.  La gran mayoría de los bolsos pesan.

Y luego siempre me digo, pero si esto es fácil de hacer, pero si esto me lleva una tarde...esa tarde que nunca acaba de llegar.

Una mañana tranquila, allá por mayo, me dio la vena por renovar un carro de la compra.  Había encontrado hacía algunas semanas una tela impermeable de mapas, ideal para este proyecto.  Incluso una gris para el forro.

Algunas medidas y cortes más tarde, un bies de la tela interior que me llevó de cabeza, este es el resultado.  Un carro de la compra totalmente renovado, incluso con bolsillos y sujetaparaguas.





He mantenido la estructura interior original, para que se mantenga en pie.

Podéis encontrar esta misma tela en "Las Cositas de BEA" en Gamonal en Burgos.  Es impermeable, lo cual ha resultado ser muy práctico.

El primer día la estrenamos bien.  Se salió el suavizante.  Menos mal que era suavizante y olía bien, pero tuve que desmontarlo entero y lavarlo bien.

Hace una semana tenía pinta de llover, y me llevé el paraguas.  Tuve un pequeño incidente, y es que como el paraguas iba en su bolsito, y sobresale, fui a saludar a un compañero que me encontré, y no queráis saber dónde acabo el paraguas, jajajajaja.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Jabones viejos

Hay mil ideas para reciclar jabones en la web.  En su momento probe a hacer uno completo con los restos de otros y no quedó nada mal.


El caso es que a veces compro jabones pensando que me van a gustar, y luego resulta que son demasiado duros, o no me gusta la espuma que hacen, o simplemente no dan el resultado que esperaba.   Y con esos no tiene sentido hacer otro jabón, que tampoco me va a gustar.


Podría tirarlos, son baratos.  Pero soy anti-tirar cosas que pueden ser utilizadas todavía. 


Estudié hacer gel de ducha, pero tampoco tiene demasiado sentido.  La electricidad/gas que gastas para hacerlo es más de lo que te cuesta un jabón o un gel.  Y tampoco tiene sentido hacerlo con jabones que no me gustan.




Así que he optado por rayarlos y añadirlos al jabón que uso para la ropa.  ¡Buf, vaya sudada para rayar todo esto!  Y aun me queda para otra tanda.



Sorprendentemente me está funcionando muy bien.  Simplemente lo meto dentro de la caja de los polvos para lavar ropa y se mezclan. He observado que las manchas salen mejor, y no me queda nada de restos de jabón.

Hay que ver lo que vamos descubriendo...

lunes, 18 de septiembre de 2017

Hadas rosas

Este año decidí tomarme una semana de vacaciones en casa, yo solita.  Tenía muchísimos planes, una lista inmensa de cosas que quería hacer durante estos días. Jajajajaja.

Luego llega la realidad, y no sé qué pasa, que los días desaparecen.  Las horas vuelan, y eso que me levantaba a las 7 de la mañana.

Pero sí me dio tiempo a terminar esta colcha de hadas.


Ya había pasado hace tiempo por el bastidor, y acolché todo lo que no son los paneles con un hilo de colores variados, similar a los rosas y fucsias.  Estas fotos del acolchado son de Agosto del 2015.  Ya ha llovido...



Unos grandes loops sin más.  Pero los cuadraditos con las hadas quería hacerlos diferentes. y todavía los estaba pensando.  Esta manía mía de hacer las cosas perfectas a veces me paraliza demasiado.


En la última Feria de Manualidades de Bilbao comré una serie de reglas para acolchar, y más tarde comré también el prensatelas adecuado, y todo estaba esperando ser utilizado.  Así que saqué la regla más grande que tenía, en forma de media luna y me puse con un rotulador de tela en la mano, y la regla en la otra a pensar.


Para acabar llegando a la conclusión de que no hay que pensar demasiado, e intentar en mi primera vez son una regla hacer un dibujo geométrico, es muy atrevido.  Así que al final, simplemente hice unas rayas de lado a lado en curva con la regla, como si fuera un arco Iris, y ha que quedado genial.


No hay que pensarlo tanto.  Hay que acabarlas, y poco a poco ir aprendiendo.  Esta vez he aprendido a usar una regla.  Por supuesto aún me queda por practicar muchísimo, pero es un comienzo...

jueves, 14 de septiembre de 2017

Cabecero


Un fin de semana lluvioso, un sábado ocioso, un marido aburrido y un tablero en el balcón que estaba harta de ver.  ¡Necesitamos un cabecero para la cama!



Así que manos a la obra.  He visto muchos videos y tutoriales en los que usan un tablero agujereado cubierto de una plancha de espuma, guata y los botones son botones de verdad, que pasan con un hilo grueso y atan por la trasera con botones pequeños normales.

Yo quería usar lo que teníamos en casa.  Y tenía un gran tablero y guata gruesa de una funda de sofá que desmonté, y eso usamos.


La tela rosa que hemos usado de entretela también es de mi colección de telas, ni recuerdo de dónde salió.  Lleva muchísimos años conmigo y la he usado para muchas cosas.  Creo que ya se me ha terminado.

La tela externa es la misma que las cortinas de la habitación.  Compré dos juegos, porque quería hacer una colcha.  Al final, la hemos usado para el cabecero.



En esta foto se ve cómo posimos las alfileres, aprovechando un pequeño dibujo de una raya que tiene la tela.

Hasta aquí trabajamos en equipo.  A partir de aquí, cada uno a su tarea.  Joaqui se dedicó a poner unos pequeños tornillos con arandelas en cada punto marcado con alfiler, para darle el formato de acolchado.







Mirád qué resultado tan espectacular.  Todo pequeño fallo de tensión que hubiéramos podido dejar queda solucionado con estos tornillitos.



Y yo me fui a preparar los botones.  Estuve largo rato dando vueltas por casa.  Tengo la máquina para forrar botones, pero solamente tenía 6 para hacer, y necesitaba 17.  Estuvimos estudiando hacerlos de chapa, de cartón, de tapitas, y al final, encontramos unos complementos para broches que usa Joaqui para sus flores de Nespresso.  Teníamos muchos, y con sólo quitarle la pinza y el alfiler, tenían un tamaño perfecto.



 El Hilo blanco grande que veis en la foto es antiguo, lo usaban para coser guantes.  Es muy fuerte, casi como el de coser vaqueros.  Un poco de guata, un poco de tela, todo cosido por detrás, y un buen rato más tarde tenía los 17 botones listos y preparados.


Los pegamos con la pistola de silicona, con el tablero en horizontal.  Ha quedado perfecto, parece profesional.


Viendo el resultado tan bonito, nuestra pregunta fue ¿Y porqué no lo hicimos antes?  Y la respuesta a esa pregunta es que me daba miedo que quedara una chapuza.  Colocar bien la tela en las esquinas tiene su trabajo, no tenía nada claro cómo coser los botones, tenía que comprar una plancha de espuma, y tantas otras llamémoslas "inseguridades".  Al final, nos tiramos a la piscina.

Los americanos dicen que mejor hecho que perfecto, y tienen razón.  Si no te lanzas, nunca sabrás si queda bien o mal.

Y en esta ocasión, el resultado ha sido absolutamente perfecto!  Ya tenemos planes para un segundo cabecero en la casa del pueblo!

lunes, 11 de septiembre de 2017

Un carro de la compra nuevo

Si hay algo que me fascina son los bolsos.  Bolsos, bolsitas, mochilas, week-enders, cestos, maletas, todos. Me paro en todos los escaparates, miro, compruebo cómo están hechos, los admiro, y normalmente sigo mi caminio.

Es muy difícil que un bolso cumple con todos mis estándares.  Bonito, bueno, barato ;-)).  Pero además, no me gusta que pesen.  Llevo muchísimas cosas en mi bolso, y lo que menos necesito es que el bolso ya pese de vacío.  La gran mayoría de los bolsos pesan.

Y luego siempre me digo, pero si esto es fácil de hacer, pero si esto me lleva una tarde...esa tarde que nunca acaba de llegar.

Una mañana tranquila, allá por mayo, me dio la vena por renovar un carro de la compra.  Había encontrado hacía algunas semanas una tela impermeable de mapas, ideal para este proyecto.  Incluso una gris para el forro.

Algunas medidas y cortes más tarde, un bies de la tela interior que me llevó de cabeza, este es el resultado.  Un carro de la compra totalmente renovado, incluso con bolsillos y sujetaparaguas.





He mantenido la estructura interior original, para que se mantenga en pie.

Podéis encontrar esta misma tela en "Las Cositas de BEA" en Gamonal en Burgos.  Es impermeable, lo cual ha resultado ser muy práctico.

El primer día la estrenamos bien.  Se salió el suavizante.  Menos mal que era suavizante y olía bien, pero tuve que desmontarlo entero y lavarlo bien.

Hace una semana tenía pinta de llover, y me llevé el paraguas.  Tuve un pequeño incidente, y es que como el paraguas iba en su bolsito, y sobresale, fui a saludar a un compañero que me encontré, y no queráis saber dónde acabo el paraguas, jajajajaja.