Desde Diciembre que no habíamos vuelto por Asturias. Entre Navidades y el COVID no hubo posibilidad.
Así que cuando llegamos vimos el naranjo lleno de naranjas.
Debe haber más de 50 kg, y están buenísimas. Muy dulces.
A pesar del sol, hacía frío, así que pusimos la cocina de leña, y cocinamos ahí unos calabacines que salieron francamente buenos.
El domingo fuimos a pasear por la playa, y allí había madera como para un barco de vapor. Supongo que serán los restos de las tormentas del invierno.
A pesar del frío, al sol no se estaba mal. El mar tranquilo, las vistas espectaculares, fue un paseo precioso. Echo mucho de menos el mar cuando lo tengo lejos.