He estado un poco desaparecida este mes. Mi cuñado y un amigo han decidido coger la antigua Peña Antonio José (aquí en Burgos era conocida) y convertirla en un bar. Y toda la familia hemos estado echando una mano. En menos de un mes hemos conseguido transformar un local oscuro y tétrico en otro luminoso y alegre, limpio y agradable, un sitio donde tomar un café tranquilo con los niños o ir a ver el futbol con los amigos.
Lo primero que hicimos fue cambiar el suelo de una de las zonas. En la pared podeis ver los colores originales, negro y amarillo pajarito. Perfecto para anular la luz que viene del exterior y convertirlo en un sitio oscuro y sin gracia.
Así quedó la zona principal con la barra. La barra también hubo que hacer la mitad nueva, de obra. Y para imitar los azulejos de la otra mitad, lo revestimos de masa y con un destornillador le hicimos los dibujos uno a uno. Una vez pintado apenas se distingue del original. Quedó precioso. Y tiene ganchos para los bolsos...
Estas fotos las saqué ya casi de noche, por eso están algo oscuras. Por la ventana del fondo, que da al sur, entra el sol a raudales durante todo el día.
La cenefa es una de mis contribuciones. La hice con una plantilla que tenía de una colección. Lo cierto es que le dio un aire muy acogedor a la sala.
Y esta es mi obra maestra. Una Glicina, con pajarito y mariposas, todo pintado con la técnica del estarcido y las mariposas con la técnica de las servilletas. Esta sala tiene dos ventanales, y han puesto unas mesas blancas inmaculadas, por eso pensé que en lugar de una cenefa como en el otro lado, le quedaría bien un solo dibujo que cubriera el arco de entrada.
Y como me dieron libertad para hacer, pues yo toda emocionada...¿Cuando voy a volver a tener una gran pared para pintar lo que yo quiera? Probablemente nunca más. Así que aproveché la ocasión.
Evidentemente esto es solamente lo más vistoso. Para llegar a esto, antes hubo que arreglar la pared, quitar paneles que aún no sabemos qué hacían ahí, arreglar los paneles de madera de la parte baja, limpiar a fondo, poner toda la electricidad nueva, volver a limpiar, arreglar los baños y limpiarlos a fondo, arreglar los marcos de las puertas, pintar todos los marcos, puertas, paredes, anexos y demás, limpiar, tapar agujeros, hacer tapas de armaritos, limpiar, pintar las rejas de puertas y ventanas, pintar exterior del mismo color que la casa, limpiar, pintar como tres o cuatro capas de color teja para tapar el negro, luego barnizarlo, pintar de amarillo techos y paredes, limpiar, limpiar, limpiar ¿ya he mencionado todo lo que hubo que limpiar?.
¿Habéis visto qué pajarito más mono quedó en el centro?
Pues eso, que todos participamos en mayor o menor medida, cada uno con lo que sabía hacer, mucha voluntad, ganas e ilusión.
Sobre todo sus dueños, Roberto y Luis. Creo que desde que han abierto no han dejado de sonreír. Están ilusionados, y estoy convencida de que les va a ir muy bien.
A todos los que sean de Burgos, pasáros. Veréis gente muy amable y servicial, un lugar amplio y agradable, y unos vecinos simpáticos. Ah! Y las bravas están de muerte...