Pero a las personas nos cuesta mucho cambiar. Desde expresiones de "si te enseño todo lo que sé, me quedo sin trabajo" hasta el "no me metas en mi terreno", nos falta todavía mucho recorrido para aprender a ser generosos y compartir.
Yo creo que "si te enseño todo lo que sé...", como voy por delante, ya habré aprendido más cosas y mejores, y podré realizar funciones/actividades mucho más interesantes, mientras voy delegando lo que ya no me resulta tan novedoso, porque habré enseñado a alguien que puede hacerlo. E incluso espero que lo mejore.
Si alguien se mete en mi terreno, y puedo aprovechar esas enseñanzas / consejos / ayudas, mejor hare mi función.
No solo hablo del ámbito del trabajo. De hecho, lo he vivido mucho en otros ámbitos, más privados, donde este tipo de actitudes son incluso más sorprendentes. Empezando por el mundo de las blogueras y de quienes hacemos manualidades por aficción.
El caso es que al cabo de los años, acabas cansándote de compartir, de ser generosa, de ayudar y apoyar, para recibir básicamente patadas por todas partes, y que los demás guarden "secretitos" tontos, en lugar de aprender a trabajar en equipo y sacar el mayor provecho para todos.
Una auténtica pena!
Bueno, sigo con mis cruces. Dos más para la colección.