De hecho las dos colchas que me he quedado para mi son de esos tonos.
Decidí usarlos en un libro de pendientes. Ha quedado super-romántico.
Este es de los grandes, tiene tres hojas. Y tiene otra gran ventaja. Estoy usando cartones algo más duros, y estos libros pueden permanecer de pie. Así podemos tener nuestros pendientes a la vista siempre encima del tocador.
Porque estoy convencida que cualquier bisutería que guardamos, queda guardada y no nos volvemos a acordar de ellas. Hablando con la gente en los mercadillos, casi todas decimos lo mismo. La bisutería tiene que quedar a la vista y ser fácilmente usable. Si por la mañana, que ya vamos como motos, tenemos que entretenernos en buscar en una caja dentro de un cajón unos pendientes, y desengancharlos de los demás, lo más probable es que salgamos de casa sin ellos.
Pero si los tenemos a mano, bien organizados, y bien a la vista, los usaremos más a menudo, y los disfrutaremos más.
Algunas personas ya me han pedido este tipo de libros pero mucho más grandes, casi tamaño A4. Tengo que probar a hacer alguno grande, quizás incluso con un espejo en la contraportada. Ocupan poco espacio para la cantidad de pendientes que caben.
1 comentario:
Qué idea más original has tenido, me encanta así lo tenemos a mano y todo bien organizado, el libro es una monería.
Besos.
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