lunes, 25 de abril de 2011
Segunda sesión y Civil War
Me he tomado la semana santa de vacaciones. Después de tres semanas tan intensas, con tantas subidas y bajadas de ánimo, cansancio, problemas físicos, información y demás, quería un poco de descanso antes de la siguiente sesión y vuelta a empezar la montaña rusa.
Hasta ahora podía decir, no me apetece, ya lo haré mañana. Ahora eso ha cambiado. Ahora es: hoy me siento bien, tengo que aprovechar para hacer ...lo que sea que tenga pendiente o me apetezca.
Así que fueron dos días, lunes y martes, muy aprovechados. El miércoles amanecimos muy pronto, a las cinco y media de la mañana, que esta vez preparamos maletita, por si acaso. A las siete ya estábamos en carretera, que se tarda a 110 km/h. Tengo un sueño tramendo, porque tampoco me había acostado pronto. Pero como estoy nerviosa, no me duermo. Y a pesar de que intento no pensar en ello, ya sabéis que todo lo desconocido asusta.
Llevo la autorización en la carpeta, firmada. Y no dejo de pensar en que lo que me van a poner lo van a pinchar contra una vena al ladito del corazón, que si algo sale mal, caray, es una vena importante. Y tengo miedo. Mi mente racional me explica que es una intervención rutinaria y sencilla, que mucha gente de muchísimas edades lleva eso puesto, que no hay nada que temer. Pero ¿dijo alguien que el miedo sea racional?
Primero análisis de sangre. Le cuento mi historia a la enfermera, pero ya sólo por la cara que me pone, sé que me considera una de tantas paranoicas, y no me hace caso. Sí que me tumba, pero no busca bien. A la primera que encuentra, donde pinchan a todo el mundo, mete aguja y hurga. Acabo llorando del daño que me hace y diciéndole que la saque. Evidentemente no funciona, y ya me empieza a mirar con otra cara, parece que empieza a creerse lo que le digo. Que me saques sangre de la mano! Es que ahí duele más. Ya lo sé, pero en mi caso es un mal menor. Menos mal que me hizo caso. De la mano, a la primera y sin problemas. Si es que ya lo decía yo!
Dos horas de espera por delante. Confiando además en los móviles, que ahora los llevo siempre listos y preparados a mano. Cuando nos acercamos a Radiología, que es donde van a ponerme el reservorio, nos dicen que han estado intentando localizarnos, que tengo que repetir el análisis de sangre, que ha habido un problema con la coagulación.
SOS!! Que me hayan repetido la biopsia, sin problemas, que quieren repetirme cualquier otra cosa, que lo hagan! Pero por favor, el análisis de sangre no!!!
Bueno, allá vamos. Otra vez la misma, pero esta vez ya sabe de qué va, usa la otra mano y apenas me entero. Menos mal! Hoy "sólo" llevo tres hematomas nuevos de pinchazos.
Y vuelta a esperar, porque claro, para la intervención necesitan el resultado de la coagulación, y mientras tanto ellos siguen con sus programas, y nos tienen que encajar en otro momento, donde pueden. Esta vez se nota que estoy nerviosa, porque no he sacado el ordenador, no he sacado el libro y solo me dedico a mirar pasar a la gente. La gente que me conoce bien sabe que eso no es normal en mí.
Al final, no es tan terrible. Siempre es peor el no saber, que el pasarlo. Me sacan una vía sin problemas, me dan un sedante, que aunque no me duerme, me mantiene tranquila, con anestesia local. Pasa hora y media y ni me entero. Cuando acaban, me levanto y me visto sin ningún tipo de ayuda y sin dolores. Una maravilla.
Y por supuesto, después del sedante salgo de alli como una rosa, muchísimo más tranquilita. Subimos a ver a la oncóloga, con dos horas de retraso. Manuela, la enfermera se queda un rato con nosotros, para saber qué tal he pasado estas dos semanas, y también si tengo preguntas. Sólo tengo una que sea importante. ¿Me va a bajar la regla? Porque los síntomas, que son un peñazo, están ahí. Me dice que probablemente durante la quimio desaparezca. Sólo espero que desaparezca con sus síntomas correspondientes!
Y de allí al Hospital de Día para la quimio. Como ya me dejaron enganchada una vía en el reservorio, esta vez no hubo drama de pinchazos. Me enganchan igualito que en matrix. Cada día me parezco más a Trinity! Por fin me traen comida! Que hasta esa hora, las dos de la tarde, estuve en ayunas, y eso tampoco ayuda mucho con los ánimos. Qué bien se come en este sitio. Un puré de patatas, que hacía siglos que no comía, salmón al horno y un puré de frutas. Un delicia.
Me quedo frita. Como un bebito, venía con sueño, me dieron sedantes y encima me dan de comer. Dos horas me duró la siesta. Qué sillón tan cómodo, por cierto.
Y por sorpresa llega la merienda. Café con zumo y palmeritas. Así cualquiera se despierta de una siesta.
Enseguida acabamos con la quimio, y me quitan la vía. Por primera vez veo los cortes que me hicieron por la mañana. Parezco un cerdito cosido...Son pequeñitos y están limpios, no sangran. Ahora me toca hacerme curas diarias , pero ya estoy acostumbrada. Tuve que hacer lo mismo con los agujeritos de la biopsia.
¿Qué síntomas me tocarán esta vez? De momento, estoy bien, así que decidimos ir a ver el partido de la Final de la Copa del Rey al bar de mi cuñado, de paso quedamos allí con la familia y amigos, y así me ven, y me ven bien. Un vinito, unas patatas bravas y muchas pipas más tarde volvemos a casa. Ahora sí que estoy cansada, pero seguro que tiene más que ver con los nervios y el día tan largo, que con la quimio.
Hoy me he levantado muy bien. No me duele nada, ni siquiera los cortes ni los puntos. Todavía no estoy cansada, y he desayunado de maravilla.
Por cierto, ¿qué era eso de que con la quimio se adelgaza?
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Unos pocos de bloques de Civil War, que sigo con ellos...
lunes, 25 de abril de 2011
Segunda sesión y Civil War
Me he tomado la semana santa de vacaciones. Después de tres semanas tan intensas, con tantas subidas y bajadas de ánimo, cansancio, problemas físicos, información y demás, quería un poco de descanso antes de la siguiente sesión y vuelta a empezar la montaña rusa.
Hasta ahora podía decir, no me apetece, ya lo haré mañana. Ahora eso ha cambiado. Ahora es: hoy me siento bien, tengo que aprovechar para hacer ...lo que sea que tenga pendiente o me apetezca.
Así que fueron dos días, lunes y martes, muy aprovechados. El miércoles amanecimos muy pronto, a las cinco y media de la mañana, que esta vez preparamos maletita, por si acaso. A las siete ya estábamos en carretera, que se tarda a 110 km/h. Tengo un sueño tramendo, porque tampoco me había acostado pronto. Pero como estoy nerviosa, no me duermo. Y a pesar de que intento no pensar en ello, ya sabéis que todo lo desconocido asusta.
Llevo la autorización en la carpeta, firmada. Y no dejo de pensar en que lo que me van a poner lo van a pinchar contra una vena al ladito del corazón, que si algo sale mal, caray, es una vena importante. Y tengo miedo. Mi mente racional me explica que es una intervención rutinaria y sencilla, que mucha gente de muchísimas edades lleva eso puesto, que no hay nada que temer. Pero ¿dijo alguien que el miedo sea racional?
Primero análisis de sangre. Le cuento mi historia a la enfermera, pero ya sólo por la cara que me pone, sé que me considera una de tantas paranoicas, y no me hace caso. Sí que me tumba, pero no busca bien. A la primera que encuentra, donde pinchan a todo el mundo, mete aguja y hurga. Acabo llorando del daño que me hace y diciéndole que la saque. Evidentemente no funciona, y ya me empieza a mirar con otra cara, parece que empieza a creerse lo que le digo. Que me saques sangre de la mano! Es que ahí duele más. Ya lo sé, pero en mi caso es un mal menor. Menos mal que me hizo caso. De la mano, a la primera y sin problemas. Si es que ya lo decía yo!
Dos horas de espera por delante. Confiando además en los móviles, que ahora los llevo siempre listos y preparados a mano. Cuando nos acercamos a Radiología, que es donde van a ponerme el reservorio, nos dicen que han estado intentando localizarnos, que tengo que repetir el análisis de sangre, que ha habido un problema con la coagulación.
SOS!! Que me hayan repetido la biopsia, sin problemas, que quieren repetirme cualquier otra cosa, que lo hagan! Pero por favor, el análisis de sangre no!!!
Bueno, allá vamos. Otra vez la misma, pero esta vez ya sabe de qué va, usa la otra mano y apenas me entero. Menos mal! Hoy "sólo" llevo tres hematomas nuevos de pinchazos.
Y vuelta a esperar, porque claro, para la intervención necesitan el resultado de la coagulación, y mientras tanto ellos siguen con sus programas, y nos tienen que encajar en otro momento, donde pueden. Esta vez se nota que estoy nerviosa, porque no he sacado el ordenador, no he sacado el libro y solo me dedico a mirar pasar a la gente. La gente que me conoce bien sabe que eso no es normal en mí.
Al final, no es tan terrible. Siempre es peor el no saber, que el pasarlo. Me sacan una vía sin problemas, me dan un sedante, que aunque no me duerme, me mantiene tranquila, con anestesia local. Pasa hora y media y ni me entero. Cuando acaban, me levanto y me visto sin ningún tipo de ayuda y sin dolores. Una maravilla.
Y por supuesto, después del sedante salgo de alli como una rosa, muchísimo más tranquilita. Subimos a ver a la oncóloga, con dos horas de retraso. Manuela, la enfermera se queda un rato con nosotros, para saber qué tal he pasado estas dos semanas, y también si tengo preguntas. Sólo tengo una que sea importante. ¿Me va a bajar la regla? Porque los síntomas, que son un peñazo, están ahí. Me dice que probablemente durante la quimio desaparezca. Sólo espero que desaparezca con sus síntomas correspondientes!
Y de allí al Hospital de Día para la quimio. Como ya me dejaron enganchada una vía en el reservorio, esta vez no hubo drama de pinchazos. Me enganchan igualito que en matrix. Cada día me parezco más a Trinity! Por fin me traen comida! Que hasta esa hora, las dos de la tarde, estuve en ayunas, y eso tampoco ayuda mucho con los ánimos. Qué bien se come en este sitio. Un puré de patatas, que hacía siglos que no comía, salmón al horno y un puré de frutas. Un delicia.
Me quedo frita. Como un bebito, venía con sueño, me dieron sedantes y encima me dan de comer. Dos horas me duró la siesta. Qué sillón tan cómodo, por cierto.
Y por sorpresa llega la merienda. Café con zumo y palmeritas. Así cualquiera se despierta de una siesta.
Enseguida acabamos con la quimio, y me quitan la vía. Por primera vez veo los cortes que me hicieron por la mañana. Parezco un cerdito cosido...Son pequeñitos y están limpios, no sangran. Ahora me toca hacerme curas diarias , pero ya estoy acostumbrada. Tuve que hacer lo mismo con los agujeritos de la biopsia.
¿Qué síntomas me tocarán esta vez? De momento, estoy bien, así que decidimos ir a ver el partido de la Final de la Copa del Rey al bar de mi cuñado, de paso quedamos allí con la familia y amigos, y así me ven, y me ven bien. Un vinito, unas patatas bravas y muchas pipas más tarde volvemos a casa. Ahora sí que estoy cansada, pero seguro que tiene más que ver con los nervios y el día tan largo, que con la quimio.
Hoy me he levantado muy bien. No me duele nada, ni siquiera los cortes ni los puntos. Todavía no estoy cansada, y he desayunado de maravilla.
Por cierto, ¿qué era eso de que con la quimio se adelgaza?
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Unos pocos de bloques de Civil War, que sigo con ellos...
3 comentarios:
- Sandra dijo...
-
Me alegro saber que estas de tan buen ánimo, ya verás como todo saldrá bien, me gusta esos colores, muchos besos.
- 5:41 p. m.
- Carmen soria dijo...
-
Te deseo todo lo mejor Rida. He seguido desde el primer día lo que nos has contado de tu enfermedad, y te admiro por la entereza, por querer compartir con los demás tu problema,por tus ánimos, por tu fuerza. Espero que sigas con tu fuerza, y por si te faltara en alguna ocasión yo te envió un fuerte abrazo y muchísimos ánimos.
Con respecto al pelo, yo que lo viví en segunda persona, te recomiendo que te lo cortes antes de que empiece a caerse, porque es muy duro para los que están a tu lado el no poder hacer nada, y ponte algo en la cabeza para dormir, que estarás mas comoda.
Un beso
Carmen - 11:39 p. m.
- Unknown dijo...
-
Que valiente, que eres.....sigue asi,no cambies.
muchos besicos - 12:13 a. m.
3 comentarios:
Me alegro saber que estas de tan buen ánimo, ya verás como todo saldrá bien, me gusta esos colores, muchos besos.
Te deseo todo lo mejor Rida. He seguido desde el primer día lo que nos has contado de tu enfermedad, y te admiro por la entereza, por querer compartir con los demás tu problema,por tus ánimos, por tu fuerza. Espero que sigas con tu fuerza, y por si te faltara en alguna ocasión yo te envió un fuerte abrazo y muchísimos ánimos.
Con respecto al pelo, yo que lo viví en segunda persona, te recomiendo que te lo cortes antes de que empiece a caerse, porque es muy duro para los que están a tu lado el no poder hacer nada, y ponte algo en la cabeza para dormir, que estarás mas comoda.
Un beso
Carmen
Que valiente, que eres.....sigue asi,no cambies.
muchos besicos
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