¿Qué se puede hacer con unos restos de corbata de boda?

Pues con mucha imaginación, un cojín. Y para que quede claro de dónde proviene la tela, le he aplicado una corbata con cordoncillo:

Sé que hay gente que hace auténticas maravillas, pero para mí, este cojín tiene unas cuantas innovaciones que me ha costado aprender.
Comencemos por lo que se ve. Saqué exactamente el número de cuadraditos que me hacía falta. No sobró casi ni un centímetro de tela amarilla de la corbata. Está totalmente aprovechada. Coser esos cuadraditos pequeños que resbalan por todas partes costó un poco.
El cordón está aplicado con el prensatelas de Bernina especial para cordones que me regaló mi hermana. Cosí y descosí ese hilo transparente todo lo que quise y más. Que si la tensión no estaba bien, que si se atascaba el cordón, ... Pero al final quedó perfecto.
Los corazones están hechos con un prensatelas normal, puntada a puntada, con hilo dorado. El hilo tampoco es que sea fácil, enseguida se rompe.
El acolchado lo he hecho con el sistema de acolchado libre de Bernina. Sí que me dio un poco la lata el hilo dorado, pero creo que fue lo más rápido de todo.
Luego la cremallera de la parte de detrás. Utilicé el prensatelas nuevo que compré para coser cremalleras invisibles, a ver si así consigo que queden bien. Y de hecho quedan perfectas.
Finalmente un cojín blanco de relleno, porque con las medidas especiales que tiene el cojín, no tenía ninguno que le fuera bien en casa.
¿Qué os parece? ¿Le gustará a mi cuñado?