También he visitado Sepúlveda. Pensé que era un pueblito sin nada, y menuda sorpresa me he llevado. Tengo que volver, porque ha sido muy poquito tiempo.
Primero hemos ido a comer. Cochinillo, por supuesto. Por cierto, nos atendieron genial. Muy amables.
Cada rincón es un descubrimiento nuevo en Sepúlveda.
Esta escalera parece que va a dar al cielo. Y la tienen escondida detrás de una iglesia pequeñita.
Había un pequeño jardín escondido detrás de unas verjas, y que no quiso desvelas sus secretos.
Los colores de otoño están bien representados en muchas de las casas, y en todo el paisaje que les rodea.El Autoservicio tiene la misma fachada que tenía uno que había en el pueblo de mi abuela en Galicia, y que debía llevar allí sin cambios varios siglos.
Y debían tener los mismos problemas que tenemos en la actualidad por las zonas de juerga...
Y aquí está mi marido con carita de pillo llamándome brujita...
De verdad que os recomiendo visitar ese pueblecito si teneis ocasión. Y mejor si es un día completo para perderos por sus callecitas y rincones.
Por cierto, ¿adivináis quién ha diseñado y hecho los pendientes que llevo puestos?
2 comentarios:
Rida Gracias por tu visita, que bonito es tu blog puedo pasar horas aqui, aparte de la abuela gallega tenemos en comun que a mi tambien me gustan estas cosas aunque nunca he sacado fotos, ahora estoy aprendiendo a hacer collares de piedras y cosas de plata.
Beso
Sepúlveda es una maravilla!! Te lo dice una segoviana que en cuanto puedeir para la meseta se escapa a comer cordero. Me encantan los cestitos de ganchillo almidonado!! Mi madre también los hace ara poner bombones y son una cucada!!
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