sábado, 30 de marzo de 2019

Carterita romántica

Os podéis creer que no me queda ni una de las no sé cuantísimas carteritas que hice a finales del 2017?  Ni una sóla.


A todo el mundo le encantan, y todos dicen que tienen el tamaño perfecto.  Para tarjetas, para monedas, para maquillaje, para tabaco, para de todo.  Cabe perfecto en el bolso.




Eso significa que tengo que ponerme a hacer más.  Que yo también tengo derecho a quedarme con alguna, ¿no?



martes, 26 de marzo de 2019

Una menina verde

Pero qué frío!  Si miras por la ventana hace un día de sol precioso.  Anima un montón.  Pero esta mañana me he ido a andar. Y menudo frío!


Estas Navidades me regalaron un Fitbit.  Sí, esos relojes que te miden hasta cuando respiras.  Es muy divertido, porque si me pongo nerviosa y gesticulo mucho, me pone a hacer ejercicios de respiración. Jajajajaja.  Me parto con él.


Pero también controla los pasos diarios, y he de decir que yo no hacía demasiados.  Había días que no pasaba de 1000 pasos.  Así que me he puesto las pilas.  Intento ir al gimnasio media hora por las mañanas, porque no me da para más tiempo. O ahora que empieza a ser de día, intento salir a andar. 


Soy chica mañanera.  No me importa levantarme a las seis a la vez que mi marido, y para las seis y media o siete menos cuarto ya estoy en la calle andando.  El mayor problema es con el gimnasio, que no abre hasta las siete y media, y a las ocho tengo que terminar, que sino, no llego a la ofi.  Tengo horario flexible y puedo entrar hasta las nueve.


Así que esta mañana, a las siete menos cuarto, me fui a andar un rato.  Con mi abrigo y mis orejeras.  Y aún así, hacía un aire helado horrible.


Ah, la menina.  Me faltaba por enseñaros la verde.  Pero no encontraba la foto, así que anoche nos fuimos a casa de mi cuñada y le saqué una foto. ¿Veis el reflejo de mi mano y el móvil en el cristal?



Es mi favorita, sin ninguna duda.  Las otras dos son preciosas, más complejas, incluso.  Pero esta ha quedado divina.  Quizás porque los verdes son colores que no suelo usar.  O porque las mangas las hice con un loop más largo y han quedado muy originales.  No sé, el caso es que ha quedado preciosa.


Así es como las tiene puestas mi cuñada.  En una estantería las tres juntas, donde lucen un montón.  Y sí, tiene las tres.  Le encantan.  A mí también.  Quería haberme hecho un juego de tres para mí.  He empezado una, con falda negra y flores rojas, y ya se la ha pedido para completar el juego de 4.  Con la ilusión que le hacen, ¿cómo voy a decirle que no?  De paso, tuvimos que hacer el gran sacrifico de tomarnos una botellita de vino en su casa, porque a medias no se podía quedar, claro...

Ahora tengo un objetivo, acabar la menina roja y negra.  
 


lunes, 25 de marzo de 2019

Mochilas

Pues sí, ahora me ha dado por hacer mochilas. 

Me encantan los bolsos.  Me gustan grandes, más tipo cesto que pequeñitos.  Pero sólo los uso para ir a la oficina, porque para andar por la calle me hacen daño.  O en la espalda, o en los brazos.  Incluso los que van cruzados, al final me cansan mucho.

Así que casi siempre que salgo de casa opto por las mochilas.  Sobre todo por las que pesan poco y son de cuerdas.

Y esto es una curva de aprendizaje.  Empecé por una mochilita con una tela ya acolchada y sin forro, que el que tenía la tela ya estaba bien.


Quedó preciosa.  Esta tela es como fosforito, aunque no se vea bien en la foto. 

Luego probé una con forro, y una tela animada que tenía de unas fundas de cojines que había hecho:





Y de ahí, a la producción en serie. 

Probé con una falda que tenía hecha hace tiempo y que me quedaba pequeña.  Pero creo que para mochila quedó un poquito grande.   Aunque muy original, porque la cinta que le puse es especial, muy elegante.



Luego continué con una tela de motos.  La parte de abajo es polipiel, y el interior una tela de algodón que teñi hace tiempo, y que le iba muy bien.




El cordón es una cinta al bies cosida  por la mitad, y por dentro una cuerda ancha que tenía por casa.

Ha quedado preciosa y ligera, porque la polipiel que lleva pesa muy poco.  Y esta tiene un tamaño ideal.  Ni muy grande, ni muy pequeña.  Y tiene una base, no es simplemente cuadrada.  Vamos haciendo mejoras poco a poco.





sábado, 30 de marzo de 2019

Carterita romántica

Os podéis creer que no me queda ni una de las no sé cuantísimas carteritas que hice a finales del 2017?  Ni una sóla.


A todo el mundo le encantan, y todos dicen que tienen el tamaño perfecto.  Para tarjetas, para monedas, para maquillaje, para tabaco, para de todo.  Cabe perfecto en el bolso.




Eso significa que tengo que ponerme a hacer más.  Que yo también tengo derecho a quedarme con alguna, ¿no?



martes, 26 de marzo de 2019

Una menina verde

Pero qué frío!  Si miras por la ventana hace un día de sol precioso.  Anima un montón.  Pero esta mañana me he ido a andar. Y menudo frío!


Estas Navidades me regalaron un Fitbit.  Sí, esos relojes que te miden hasta cuando respiras.  Es muy divertido, porque si me pongo nerviosa y gesticulo mucho, me pone a hacer ejercicios de respiración. Jajajajaja.  Me parto con él.


Pero también controla los pasos diarios, y he de decir que yo no hacía demasiados.  Había días que no pasaba de 1000 pasos.  Así que me he puesto las pilas.  Intento ir al gimnasio media hora por las mañanas, porque no me da para más tiempo. O ahora que empieza a ser de día, intento salir a andar. 


Soy chica mañanera.  No me importa levantarme a las seis a la vez que mi marido, y para las seis y media o siete menos cuarto ya estoy en la calle andando.  El mayor problema es con el gimnasio, que no abre hasta las siete y media, y a las ocho tengo que terminar, que sino, no llego a la ofi.  Tengo horario flexible y puedo entrar hasta las nueve.


Así que esta mañana, a las siete menos cuarto, me fui a andar un rato.  Con mi abrigo y mis orejeras.  Y aún así, hacía un aire helado horrible.


Ah, la menina.  Me faltaba por enseñaros la verde.  Pero no encontraba la foto, así que anoche nos fuimos a casa de mi cuñada y le saqué una foto. ¿Veis el reflejo de mi mano y el móvil en el cristal?



Es mi favorita, sin ninguna duda.  Las otras dos son preciosas, más complejas, incluso.  Pero esta ha quedado divina.  Quizás porque los verdes son colores que no suelo usar.  O porque las mangas las hice con un loop más largo y han quedado muy originales.  No sé, el caso es que ha quedado preciosa.


Así es como las tiene puestas mi cuñada.  En una estantería las tres juntas, donde lucen un montón.  Y sí, tiene las tres.  Le encantan.  A mí también.  Quería haberme hecho un juego de tres para mí.  He empezado una, con falda negra y flores rojas, y ya se la ha pedido para completar el juego de 4.  Con la ilusión que le hacen, ¿cómo voy a decirle que no?  De paso, tuvimos que hacer el gran sacrifico de tomarnos una botellita de vino en su casa, porque a medias no se podía quedar, claro...

Ahora tengo un objetivo, acabar la menina roja y negra.  
 


lunes, 25 de marzo de 2019

Mochilas

Pues sí, ahora me ha dado por hacer mochilas. 

Me encantan los bolsos.  Me gustan grandes, más tipo cesto que pequeñitos.  Pero sólo los uso para ir a la oficina, porque para andar por la calle me hacen daño.  O en la espalda, o en los brazos.  Incluso los que van cruzados, al final me cansan mucho.

Así que casi siempre que salgo de casa opto por las mochilas.  Sobre todo por las que pesan poco y son de cuerdas.

Y esto es una curva de aprendizaje.  Empecé por una mochilita con una tela ya acolchada y sin forro, que el que tenía la tela ya estaba bien.


Quedó preciosa.  Esta tela es como fosforito, aunque no se vea bien en la foto. 

Luego probé una con forro, y una tela animada que tenía de unas fundas de cojines que había hecho:





Y de ahí, a la producción en serie. 

Probé con una falda que tenía hecha hace tiempo y que me quedaba pequeña.  Pero creo que para mochila quedó un poquito grande.   Aunque muy original, porque la cinta que le puse es especial, muy elegante.



Luego continué con una tela de motos.  La parte de abajo es polipiel, y el interior una tela de algodón que teñi hace tiempo, y que le iba muy bien.




El cordón es una cinta al bies cosida  por la mitad, y por dentro una cuerda ancha que tenía por casa.

Ha quedado preciosa y ligera, porque la polipiel que lleva pesa muy poco.  Y esta tiene un tamaño ideal.  Ni muy grande, ni muy pequeña.  Y tiene una base, no es simplemente cuadrada.  Vamos haciendo mejoras poco a poco.