martes, 6 de febrero de 2018

Fin de semana bilbaíno

Mis avances del viernes primero. Dos bloque más en morados. Creo que ya tengo unos 30 hechos, faltan unos 20 por hacer. Cada vez estoy más convencida de no poner ningún sashing, ponerlos inclinados todos seguidos, y poner un borde de pajaritos.


 

Vamos a seguir por el paseo por Bilbao del domingo.  Hemos estado muchas veces en Bilbao, pero o bien ibamos directos al BEC o a IKEA, o bien al Guggenheim.  Nunca nos habíamos tomado el tiempo para simplemente pasear por su casco antiguo, y he de decir que me ha encantado.


Por supuesto no han podido faltar los pinchos.  Paseando por la Plaza Nueva todos los bares tenían barras enteras de pinchos a cual más apetecible.


Había muchísimos detalles.  Muchísimos edificios con balcones espectaculares, decoraciones de piedra preciosos.  Eso sí, había que ir mirando siempre hacia arriba.


Este edificio me hizo gracia por cómo habían pintado los balcones.  Todos amarillos, excepto uno azul.  Lo dicho, había que ir mirando hacia arriba para ver las maravillas de los edificios.




También nos encontramos con unos grupos cantando con unos palos.  Por lo que parece se celebra Santa Agueda cantando con unos palos.  En este link podéis encontrar la historia de porqué hay grupos de gente en la calle cantando a una santa de Sicilia.  Encontramos otro grupo de señores con boinas, y otro grupo de un colegio de niños.  Cantaban muy bien, la verdad.  Fue bonito de ver, además, no conocía de nada esa tradición.


Tengo miles de fotos más.  Cada rincón tenía un encanto especial.  Es una ciudad mucho más bonita de lo que parece a primera vista.


En la Plaza Nueva compramos unos libros.  El librero me recomendó "La luz que no puedes ver" de Anthony Doerr.  Tiene Buena pinta, aunque no me suelen gustar los libros emplazados en la Guerra Mundial y con los Nazis.
Joaquin se decidió por "Los silencios del Marmol" de Juan Adriansens.  Ya os contaré.

Pero el que realmente más me llamó la atención fue este:



Sobre todo porque yo fui una gran fan de Leif Garret.  Vale, Shaun Cassidy también estaba bien, pero Leif Garret era lo más para entonces.  Llevo ya leída la mitad del libro, y de verdad que podría haber sido mi biografía.  Lo que me resulta muy sorprendente es que lo haya escrito un chico.  Ignacio Elguero.  Porque la protagonista es una chica.  Si lo encontráis, y sois nacidas en los sesenta, principios de los setenta, os lo recomiendo.  Me ha hecho recordado muchas cosas que debían anidar en el fondo de mi memoria, y no está nada mal.


3 comentarios:

beatriz dijo...

Un paseo precioso, yo estuve hace unos años y me gustó mucho Bilbao.

EL RINCON DE CHELO dijo...

Te quedaron muy bonitos los bloques. Precioso el paseo por Bilbao, una bonita ciudad, bss

Cidiana dijo...

Menudo paseo nos has dado por Bilbao, preciosa ciudad.
Los bloques geniales.
Besos

martes, 6 de febrero de 2018

Fin de semana bilbaíno

Mis avances del viernes primero. Dos bloque más en morados. Creo que ya tengo unos 30 hechos, faltan unos 20 por hacer. Cada vez estoy más convencida de no poner ningún sashing, ponerlos inclinados todos seguidos, y poner un borde de pajaritos.


 

Vamos a seguir por el paseo por Bilbao del domingo.  Hemos estado muchas veces en Bilbao, pero o bien ibamos directos al BEC o a IKEA, o bien al Guggenheim.  Nunca nos habíamos tomado el tiempo para simplemente pasear por su casco antiguo, y he de decir que me ha encantado.


Por supuesto no han podido faltar los pinchos.  Paseando por la Plaza Nueva todos los bares tenían barras enteras de pinchos a cual más apetecible.


Había muchísimos detalles.  Muchísimos edificios con balcones espectaculares, decoraciones de piedra preciosos.  Eso sí, había que ir mirando siempre hacia arriba.


Este edificio me hizo gracia por cómo habían pintado los balcones.  Todos amarillos, excepto uno azul.  Lo dicho, había que ir mirando hacia arriba para ver las maravillas de los edificios.




También nos encontramos con unos grupos cantando con unos palos.  Por lo que parece se celebra Santa Agueda cantando con unos palos.  En este link podéis encontrar la historia de porqué hay grupos de gente en la calle cantando a una santa de Sicilia.  Encontramos otro grupo de señores con boinas, y otro grupo de un colegio de niños.  Cantaban muy bien, la verdad.  Fue bonito de ver, además, no conocía de nada esa tradición.


Tengo miles de fotos más.  Cada rincón tenía un encanto especial.  Es una ciudad mucho más bonita de lo que parece a primera vista.


En la Plaza Nueva compramos unos libros.  El librero me recomendó "La luz que no puedes ver" de Anthony Doerr.  Tiene Buena pinta, aunque no me suelen gustar los libros emplazados en la Guerra Mundial y con los Nazis.
Joaquin se decidió por "Los silencios del Marmol" de Juan Adriansens.  Ya os contaré.

Pero el que realmente más me llamó la atención fue este:



Sobre todo porque yo fui una gran fan de Leif Garret.  Vale, Shaun Cassidy también estaba bien, pero Leif Garret era lo más para entonces.  Llevo ya leída la mitad del libro, y de verdad que podría haber sido mi biografía.  Lo que me resulta muy sorprendente es que lo haya escrito un chico.  Ignacio Elguero.  Porque la protagonista es una chica.  Si lo encontráis, y sois nacidas en los sesenta, principios de los setenta, os lo recomiendo.  Me ha hecho recordado muchas cosas que debían anidar en el fondo de mi memoria, y no está nada mal.


3 comentarios:

beatriz dijo...

Un paseo precioso, yo estuve hace unos años y me gustó mucho Bilbao.

EL RINCON DE CHELO dijo...

Te quedaron muy bonitos los bloques. Precioso el paseo por Bilbao, una bonita ciudad, bss

Cidiana dijo...

Menudo paseo nos has dado por Bilbao, preciosa ciudad.
Los bloques geniales.
Besos