Tiene dos paredes rojas, y dos blancas. Aunque da al norte, esta habitación es muy luminosa, así que esta combinación de colores le va muy bien.
El cuadro de la niña me la regaló mi hermano hace como 40 años, y no, no estoy exagerando. Siempre le he tenido mucho cariño. La cajita, el costurero que me hizo mi hermana, y el maniqui me lo hizo mi marido. Recuerdos y recuerdos.
Hace tiempo me dieron esta mesa, así, tal y como está. Sólo la he limpiado. Siempre me gustó muchísimo, y ahora es mi mesa de costura. Pensé que los cajones no servirían de mucho, pero los tengo superaprovechados. Y tienen todo el fondo de la mesa, son geniales! Con una silla Ikea en rojo.
Contra la pared roja, cuatro módulos de Ikea con separaciones cuadradas. No sabeis la cantidad de cosas que caben ahí!
Claro, que no es suficiente. Así que contra la pared contraria, estanterías blancas de Billy, para todos los proyectos en marcha y cajas con cosas.
Y una mini-mesa para el ordenador. Esto tengo que repensarlo. Necesito algo más de superficie para poner la base de corte y trabajar, porque la mesa blanca y roja está completamente llena con la máquina de coser...
Eso son lo que se llaman "mejoras" en la construcción, jejeje.
Ah! Y cabe todo mi bastidor. Ahora sí que puedo acolchar cómodamente.
A ver si consigo ponerme manos a la obra, y acolchar todo lo que tengo pendiente! Lo que hay en el bastidor es para hacer pruebas, practicar, y con ello haré fundas para la estantería de cestos metálicos.
1 comentario:
Hola Rida! Sí que tenés cosas en tu habitación de costura...! Me encantaron los colores y las estanterías, con sus cajas y cajitas, me llenaste de ideas para cuando tenga mi propia habitación de costura. Un beso.
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