martes, 31 de agosto de 2010

Héxagonos con el método americano


El método americano consiste en marcar y coser, sin más.

Yo me he sacado la plantilla en cartulina finita, y voy marcando las telas por detrás.  Luego corto a mano dejando un margen de costura aproximado y uso el método de arriba para coser las flores.  Ya tengo 70, en menos de un mes, y sin dedicarle demasiado tiempo.  Es muy rápido, y no hay que estar preparando las cartulinas ni nada.

Y las esquinas quedan perfectas, como podréis comprobar en las fotos.

Había preparado un montón de fotos para haceros un tutorial, pero francamente, los japoneses lo hacen mucho mejor.

lunes, 30 de agosto de 2010

Escriño para Apicultura en el Valle de Valderridible

Autor: LOPEZ AGUDO, Alejandro


Tema: Oficios

Título del artículo: Apicultura tradicional en el Valle de Valderredible

... La formación de un enjambre se manifiesta con la acumulación, alboroto y zumbidos de abejas en la piqueta de la colmena que abandona, o al ver el nuevo enjambre ya posado o incluso volando unidas, en un grupo muy numeroso. El hombre en estas idas y venidas lleva consigo el escriño (término también usado para otros tipos de cesto, como por ejemplo para guardar el grano o nasas de pesca), también llamado cesta de abejas, que es un cesto alargado, con un extremo o boca abierta y la otra cerrada, sobre la que se fija una cuerda o pita a modo de asa por donde agarrar o colgar el cesto y que puede ser de varios tamaños. Está tejido en la casa artesanalmente, con pajas de centeno, mimbre joven, zarzas (que se abrían por la mitad para hacer pértigas) y salcido o saucido (pequeñas ramas de sauce silvestre crecido a las riberas del río). Y acompañando al escriño, el ahumador, del que ya he hablado anteriormente.

Estos utensilios que se continúan usando para enjambrar, se utilizan en las siguientes operaciones de la siguiente manera: tras ver un enjambre ya formado y posado, se pone el escriño o trampa sobre él sin llegar a posarlo; entonces no hay más que esperar a que ellas, poco a poco y por sí solas se vayan introduciendo en el cesto, engañadas ya que piensan en él como en una nueva colmena, haciendo del escriño su nueva "casita", hasta que finalmente entra la reina con el resto de las abejas, llegándose a llenar en ocasiones, por lo numeroso y grande del enjambre

Hay quien pone en el interior del escriño un cebo de hierbas, flores aromáticas (como una ramita de poleo), miel, aguamiel, o azúcar, para atraer a la abeja y acelerar el proceso; ésta elección personal depende de la experiencia y las prisas que se tengan. Cuando el enjambre está en lugares altos y de difícil acceso, se usa el varal, o vara larga (de entre 2 y 5 mts.) de madera, con un extremo tallado en forma de V, que hace las veces de gancho, y se usa para colgar de él la cuerda que fija el escriño, y alzar éste hasta el enjambre. Y es aquí en esta operación y a elección del "cazador", donde se usa la humadera, no como protección, sino para que al exhalar humo en dirección del enjambre, acelerar el desplazamiento, incorporándose rápidamente las abejas al escriño. Otra alternativa es dejar fijado o atado el escriño sobre el enjambre, para volver más tarde (pasadas unas horas, o esperar al atardecer, que es cuando están más tranquilas) a recogerlo, ya habitado por ellas voluntariamente. Cuentan varios casos de personas de haberse encontrado algún enjambre en su transitar por el campo, y haberlo capturado y llevado a su colmena del mismo brazo colgado, sin protección alguna.

Una vez ocupado el escriño con el enjambre, y cubierto con un saco para el transporte, se traslada hasta la nueva colmena. En el caso del dujo, se instala una rampa de madera, metálica o tela, a ser posible blanca, desde la piqueta y en caída hasta el suelo, que es donde se deja y vuelca de medio lado el escriño, y poco a poco se va adelantando un pequeño grupo, que por si sólo va saliendo del cesto en fila ordenada hasta la entrada de la colmena, camino que sigue el resto acompañando a la reina, tras el aviso del primer grupo explorador mediante una simbología comunicativa de gestos (que forma parte de su complejo y rico lenguaje de comunicación), para confirmar el traslado a la nueva colmena, donde empezarán pronto a elaborar los panales de miel. Hay quien tras dejar el escriño sobre la rampa, lo golpea para empujar a las abejas y acelerar así el traslado. Todas estas labores las hacen usualmente sin protección alguna, salvo, como en otras operaciones y ocasiones, la ayuda del ahumador.

En relación con el enjambrado, está el venturero, palabra asignada a la persona que se dedica al pillaje o robo de enjambres, mediante la colocación de trampas, también denominadas ventureros, utilizando colmenas o escriños, para atraer a los enjambres con reclamos o cebos que se ponen en su interior, y se instalan cerca de las colmenas y colonias ajenas. Y una vez capturado se transporta a colmenas de su propiedad. Casos muy aislados se producían cuando "te han colmenao", manera de robo entero del producto, matando antes a las abejas, ahogándolas con agua dentro de la misma colmena. El venturero siempre fue un personaje problemático y rechazado en el valle, y el origen de muchas disputas entre pueblos y familias del mismo. En la actualidad está más controlado, por una normativa legal de fuertes sanciones, reglas de ubicación y señalización, con la prohibición de instalar estas trampas a menos de 1.000 metros de una colonia ajena a su propiedad...

...

martes, 24 de agosto de 2010

Vestido de margaritas

Hace unos tres años que tengo esta tela.  Me encantó, tanto por su dibujo, los colores alegres, como por la caída y el peso que tiene.  Sabía que quería un vestido, pero lo de las pinzas y adaptar patrones no entraba en mis artes.

Un día me animé.  A fin de cuentas, no puede haber tanta diferencia entre conseguir entender unos patrones de pequeños trocitos para hacer un bolso con bolsillos, forrado y cremallera explicados en perfecto chino, y sacar un patrón de una revista española ¿no?

Vale, alguna diferencia sí que hay.  Es más fácil seguir las instrucciones de un libro chino, que las de una revista de patrones.  Y lo digo en serio. 

Pulir vistas.  ¿Qué son las vistas y con qué se pulen?  ¿Con una lima?  Os aseguro que de la explicación que daban no entendí casi ni dos palabras seguidas.


Pero era un patrón facilito, dos piezas y cuatro pinzas.  Merecía la pena probar.

Y estoy encantada con el resultado.  He tenido que adaptar bastante el patrón de cintura hacia abajo, pero esa parte fue fácil.  Adaptar el forro no fue tan fácil, pero quedó bien. 

Lo mejor de todo, ya tengo un patrón adaptado a mis medidas con el que puedo hacer infinidad de versiones! 

lunes, 23 de agosto de 2010

Escriño en Palencia para la Apicultura

La Apicultura tradicional en Palencia - Arturo Martín Criado

En este documento Arturo Martín Criado habla del uso de los escriños para la Apicultura:


... En los más antiguos, las colmenas son escriños de paja colocados horizontalmente y recubiertos de barro; la base del escriño, que es la más estrecha, mira al exterior y en ella está la piquera; la parte contraria se cierra con tapa de madera.  Estas colmenas de escriño a veces se colocaban en la parte alta de la casa o de una caseta, en unidades aisladas o en grupotiso de dos o tres...

... a veces colgaban en un árbol o pared un escriño bocabajo para que buscara allí refugio (el enjambre)...

...En Perapertú, cuando el apicultor lo encontraba posado, hecho una bola, colocaba sobre el enjambre una escriña, escriño pequeño, que tenía atada en el interior de la base, una varita de olmo untada de miel.  Las abejas iban subiendo lentamente hasta que entraban todas.  Si tardaban es subir, se les daba un poco de humo para que se movieran más aprisa.  Se tapaba el escriño con un trapo y se llevaban a un dujo que estuviera vacío y dispuesto para esto....

sábado, 21 de agosto de 2010

Un jardin de flores

Lo que más me gusta en Patchwork son los scraps.  Cualquier colcha hecha con muchos trocitos diferentes es fascinante.

Me encontré con esta maravilla de colcha en una revista japonesa, y  me decidí a probar.


Empecé con el sistema del papelito, pero no parece que se me de nada bien, así que he acabado por pasar a método americano, y me va muy bien.  Un par de capítulos de la serie de turno y tengo otras tres o cuatro florecitas nuevas hechas.  También va muy bien para coser en el coche, que son un montón de horas perdidas.


44 florecitas llevo ya.  Creo que tendré bastante con unas 100, más o menos.


No sólo he usado los scraps que tenía por casa, sino que además he disfrutado comprando trocitos pequeñitos de telas monísimas...


La idea es que sea más bien rosa y verde, con el centro mayormente en amarillo.


Esta tela la recibí de un intercambio de telitas y tiene un aspecto muy tierno.


Este rosa es una de las primeras telas que compré, para mi primera colcha, que por cierto aún está pendiente de acabar de ser acolchada.


 También esta tela es un resto de esa misma colcha.  Pertenece a las tiras exteriores.



Para el centro de esta flor he usado un resto de una cortina, que tenía unas rositas muy delicadas.  Ya sabéis que de vez en cuando tiro de telas que no son de patch.

Todavía me queda mucha costura por delante, pero es un trabajo relajante, me gusta coser a mano, y como el resultado se ve rápido, cada flor es un trabajo acabado, pues una se va animando.

A ver si encuentro un ratito y pongo un tutorial, por si alguien quere hacer esta colcha.

martes, 10 de agosto de 2010

Miles de estrellas en el cielo...


Cuando acabé el bolso de diamantes azules tan bonito, me quedaron algunos diamantes sueltos, y muchos trocitos de telas azules.  Estuve jugando con ellos, y aunque para algunas quilteras experimentadas era evidente, para mi fue un descubrimiento poder hacer una estrella con ellas.

Y como soy tan obsesiva, y dibujar y cortar telitas delante de la tele es relajante, pues fui haciendo y haciendo y haciendo, hasta tener un montón (628 diamantes entre azules y blancos, sin contar los triángulos color chocolate)

Lo que no se me ocurrió en ese momento fue cómo montarlas.  Simplemente me puse a hacer estrellas, sin más.  Luego comencé con los diamantes en tonos blancos y crudos para rodear las estrellas.  Tuve que aprender a coser costuras en Y y no siempre es fácil.  El tema ha tenido sus más y sus menos, pero con bastante almidón y un buen planchado, iban quedando preciosas.


Y para las que preguntan si solamente se pueden usar telas especiales de patch, les diré que no, que se pueden usar muchas telas, pero cada una tiene sus pros y sus contras.

La telita de cuadros azul de esta estrella es fina y tiesa, de las de hacer camisas o blusas.  Como no estira, es difícil de usar, pero no imposible.

La tela azul oscura vino de Estados Unidos.  He observado que las telas que compro allí se deshilachan con más facilidad que las que tenemos aquí, pero eso tampoco es un gran inconveniente.


La tela azul clarita es de las de bebito (creo que es batista) y la he recibido como intercambio.  Es preciosa, pero no es de las normales de patchwork.  Sin embargo ha sido cómoda de trabajar.  Tiene una textura distinta, pero queda bien.


Aquí he jugado un poco con los dibujos de la tela.  Esta sí que es de patch.  Sin embargo la blanca es de Ikea, algodón 100%.  Son más tiesas y gordas que las de patch normales, pero hasta ahora no me han dado ningún problema, y eso que las uso mucho.  Ni me han deseteñido ni encogido.  Las uso bastante para la trasera, puesto que son colores lisos.  No creo que sean buenas para acolchar a mano, precisamente por ser tan duras.


Estas telas azules con los bordados son de una camisa de mi marido.  La camisa tenía una caida preciosa, que da bastantes problemas para trabajarla en patch, pero con bastante almidón y voluntad, también sirve.


En este caso he mezclado una tela de camisa, unas telas españolas y unas americanas.  Creo que es la estrella que más me gusta.


La tela de los círculos es de un scrap bag de telas navideñas que pedí a una tienda de Estados Unidos.  Y la azul oscura es una tela que tengo desde hace siglos en casa, que ni recuerdo de dónde salió.  Probablemente de algún mercadillo.


La tela del borde se la compré a Ana, de La Casa de Las Artesanas, en Burgos, y es preciosa.  Hace ondas y me recuerda mucho al mar.  Ya sé hasta cómo voy a acolchar esa zona.


En total 49 estrellas, y 10 rombos, 334 diamantes azules más 294 diamantes en crudo.  Todas dibujadas y cortadas a mano con tijera, y cosidas una a una sujetas con alfileres.  No creí que llegara a terminarla tan pronto.  Ni tampoco que iba a quedar tan bonita.

Ahora solamente falta acolchar, pero eso va a esperar a que haga algo menos de calor!

lunes, 9 de agosto de 2010

Escriño - Las labores en casa

El escriño.
Los hombres tenían a gala confeccionar, a su novia o a su mujer, el escriño para el pan. El material empleado consistía en tallos escogidos de centeno, agrupados paralelamente, no trenzados, asegurados entre si con hilo muy fino y resistente de cáñamo. Se empezaba haciendo una base plana doblando en espiral la encañaura de centeno hasta que tuviera el diámetro deseado. A partir de entonces se continuaba levantando las paredes. El atado se hacía a tramos muy cortos. El gusto, y el amor del artesano hacia la propietaria, se materializaban en los dibujos, hechos con lacitos de colores intercalados entre las vueltas de aquella encañaura, que resaltaban por los laterales formando letras, flores o arabescos. Se remataba con un reborde más grueso. Siempre he admirado la habilidad de las manos que confeccionaban aquellas obras de arte. Este trabajo eran el mudo homenaje del hombre al objeto de su amor, aunque lo gritaba por las calles, en la cabeza de su mujer durante el trayecto entre su casa y el horno. El escriño demostraba sobradamente los sentimientos de ternura que aquellos hombres, de apariencia tosca y ruda, tenían hacia sus mujeres. Lo que no decían las palabras lo construían las manos, porque no estaba bien visto manifestar de otra manera el cariño que anidaban sus corazones, hubiera sido, en su mentalidad, un signo de debilidad del cual habría que avergonzarse, por considerarlo como propio de mujeres.

martes, 3 de agosto de 2010

Un UFO acabado


Por fin acabé con esta colcha!  La empecé con un jelly roll a finales del año pasado y le añadí unas telas similares que tenía yo en mi stash, todas igual de suavecitas.

Ha quedado divina!


Puesta queda espectacular.  Los bordes los hice con la técnica del brik.  Básicamente, corté tiras del mismo ancho pero de largos diferentes y las fui cosiendo hasta obtener una tira de unos 30 metros, y luego
las fui cosiendo alrededor igual que un log cabin.

La tuve parada porque no tenía claro cómo acolcharla.  Pero en la Feria de Creativa de Valladolid vi este mismo modelo acolchado simplemente por las costuras, y me gustó. 

Sólo faltaba pensar cómo acolchar el borde.  Al ser tan grande, necesitaba algo de color y decidí bordarle esas flores.  En principio iba a hacerlas aplicadas, pero en clase me quitaron esa idea de la cabeza.  Me dijeron que iba a recargar la colcha, que ya que tenía colores románticos debía respetarlos, y tenían toda la razón del mundo.

Ese dibujo tan delicado le ha quedado precioso.


El tallo verde lo dibujé con una lata de galletas.  Así conseguí cuadrar las curvas.  A veces, mirando a nuestro alrededor podemos conseguir formas interesantes.  Ayer me encontré con unas ondas preciosas en una cajita de pasteles.  Tengo que probar a ver si me valen.


Aquí está la colcha secándose en el tendal.  ¿No es increíble cómo se buscan el sitio más fresquito de la casa?  Ahí estaba, la niña, tan feliz...

Supongo que se toma su trabajo de Controladora de Calidad de Quilts muy en serio!

lunes, 2 de agosto de 2010

Escriño en Chumillas - Cuenca

No explica cómo eran los escriños, con qué técnica estaban hechos, pero los menciona como cestos para el pan...

"Las mujeres amasaban su pan y lo ponían en sus escriños. Dentro del escriño se ponía una masera (sábana blanca) y la masa se tapaba con un tendido para que le diera calor y la masa se hiciera. "

martes, 31 de agosto de 2010

Héxagonos con el método americano


El método americano consiste en marcar y coser, sin más.

Yo me he sacado la plantilla en cartulina finita, y voy marcando las telas por detrás.  Luego corto a mano dejando un margen de costura aproximado y uso el método de arriba para coser las flores.  Ya tengo 70, en menos de un mes, y sin dedicarle demasiado tiempo.  Es muy rápido, y no hay que estar preparando las cartulinas ni nada.

Y las esquinas quedan perfectas, como podréis comprobar en las fotos.

Había preparado un montón de fotos para haceros un tutorial, pero francamente, los japoneses lo hacen mucho mejor.

lunes, 30 de agosto de 2010

Escriño para Apicultura en el Valle de Valderridible

Autor: LOPEZ AGUDO, Alejandro


Tema: Oficios

Título del artículo: Apicultura tradicional en el Valle de Valderredible

... La formación de un enjambre se manifiesta con la acumulación, alboroto y zumbidos de abejas en la piqueta de la colmena que abandona, o al ver el nuevo enjambre ya posado o incluso volando unidas, en un grupo muy numeroso. El hombre en estas idas y venidas lleva consigo el escriño (término también usado para otros tipos de cesto, como por ejemplo para guardar el grano o nasas de pesca), también llamado cesta de abejas, que es un cesto alargado, con un extremo o boca abierta y la otra cerrada, sobre la que se fija una cuerda o pita a modo de asa por donde agarrar o colgar el cesto y que puede ser de varios tamaños. Está tejido en la casa artesanalmente, con pajas de centeno, mimbre joven, zarzas (que se abrían por la mitad para hacer pértigas) y salcido o saucido (pequeñas ramas de sauce silvestre crecido a las riberas del río). Y acompañando al escriño, el ahumador, del que ya he hablado anteriormente.

Estos utensilios que se continúan usando para enjambrar, se utilizan en las siguientes operaciones de la siguiente manera: tras ver un enjambre ya formado y posado, se pone el escriño o trampa sobre él sin llegar a posarlo; entonces no hay más que esperar a que ellas, poco a poco y por sí solas se vayan introduciendo en el cesto, engañadas ya que piensan en él como en una nueva colmena, haciendo del escriño su nueva "casita", hasta que finalmente entra la reina con el resto de las abejas, llegándose a llenar en ocasiones, por lo numeroso y grande del enjambre

Hay quien pone en el interior del escriño un cebo de hierbas, flores aromáticas (como una ramita de poleo), miel, aguamiel, o azúcar, para atraer a la abeja y acelerar el proceso; ésta elección personal depende de la experiencia y las prisas que se tengan. Cuando el enjambre está en lugares altos y de difícil acceso, se usa el varal, o vara larga (de entre 2 y 5 mts.) de madera, con un extremo tallado en forma de V, que hace las veces de gancho, y se usa para colgar de él la cuerda que fija el escriño, y alzar éste hasta el enjambre. Y es aquí en esta operación y a elección del "cazador", donde se usa la humadera, no como protección, sino para que al exhalar humo en dirección del enjambre, acelerar el desplazamiento, incorporándose rápidamente las abejas al escriño. Otra alternativa es dejar fijado o atado el escriño sobre el enjambre, para volver más tarde (pasadas unas horas, o esperar al atardecer, que es cuando están más tranquilas) a recogerlo, ya habitado por ellas voluntariamente. Cuentan varios casos de personas de haberse encontrado algún enjambre en su transitar por el campo, y haberlo capturado y llevado a su colmena del mismo brazo colgado, sin protección alguna.

Una vez ocupado el escriño con el enjambre, y cubierto con un saco para el transporte, se traslada hasta la nueva colmena. En el caso del dujo, se instala una rampa de madera, metálica o tela, a ser posible blanca, desde la piqueta y en caída hasta el suelo, que es donde se deja y vuelca de medio lado el escriño, y poco a poco se va adelantando un pequeño grupo, que por si sólo va saliendo del cesto en fila ordenada hasta la entrada de la colmena, camino que sigue el resto acompañando a la reina, tras el aviso del primer grupo explorador mediante una simbología comunicativa de gestos (que forma parte de su complejo y rico lenguaje de comunicación), para confirmar el traslado a la nueva colmena, donde empezarán pronto a elaborar los panales de miel. Hay quien tras dejar el escriño sobre la rampa, lo golpea para empujar a las abejas y acelerar así el traslado. Todas estas labores las hacen usualmente sin protección alguna, salvo, como en otras operaciones y ocasiones, la ayuda del ahumador.

En relación con el enjambrado, está el venturero, palabra asignada a la persona que se dedica al pillaje o robo de enjambres, mediante la colocación de trampas, también denominadas ventureros, utilizando colmenas o escriños, para atraer a los enjambres con reclamos o cebos que se ponen en su interior, y se instalan cerca de las colmenas y colonias ajenas. Y una vez capturado se transporta a colmenas de su propiedad. Casos muy aislados se producían cuando "te han colmenao", manera de robo entero del producto, matando antes a las abejas, ahogándolas con agua dentro de la misma colmena. El venturero siempre fue un personaje problemático y rechazado en el valle, y el origen de muchas disputas entre pueblos y familias del mismo. En la actualidad está más controlado, por una normativa legal de fuertes sanciones, reglas de ubicación y señalización, con la prohibición de instalar estas trampas a menos de 1.000 metros de una colonia ajena a su propiedad...

...

martes, 24 de agosto de 2010

Vestido de margaritas

Hace unos tres años que tengo esta tela.  Me encantó, tanto por su dibujo, los colores alegres, como por la caída y el peso que tiene.  Sabía que quería un vestido, pero lo de las pinzas y adaptar patrones no entraba en mis artes.

Un día me animé.  A fin de cuentas, no puede haber tanta diferencia entre conseguir entender unos patrones de pequeños trocitos para hacer un bolso con bolsillos, forrado y cremallera explicados en perfecto chino, y sacar un patrón de una revista española ¿no?

Vale, alguna diferencia sí que hay.  Es más fácil seguir las instrucciones de un libro chino, que las de una revista de patrones.  Y lo digo en serio. 

Pulir vistas.  ¿Qué son las vistas y con qué se pulen?  ¿Con una lima?  Os aseguro que de la explicación que daban no entendí casi ni dos palabras seguidas.


Pero era un patrón facilito, dos piezas y cuatro pinzas.  Merecía la pena probar.

Y estoy encantada con el resultado.  He tenido que adaptar bastante el patrón de cintura hacia abajo, pero esa parte fue fácil.  Adaptar el forro no fue tan fácil, pero quedó bien. 

Lo mejor de todo, ya tengo un patrón adaptado a mis medidas con el que puedo hacer infinidad de versiones! 

lunes, 23 de agosto de 2010

Escriño en Palencia para la Apicultura

La Apicultura tradicional en Palencia - Arturo Martín Criado

En este documento Arturo Martín Criado habla del uso de los escriños para la Apicultura:


... En los más antiguos, las colmenas son escriños de paja colocados horizontalmente y recubiertos de barro; la base del escriño, que es la más estrecha, mira al exterior y en ella está la piquera; la parte contraria se cierra con tapa de madera.  Estas colmenas de escriño a veces se colocaban en la parte alta de la casa o de una caseta, en unidades aisladas o en grupotiso de dos o tres...

... a veces colgaban en un árbol o pared un escriño bocabajo para que buscara allí refugio (el enjambre)...

...En Perapertú, cuando el apicultor lo encontraba posado, hecho una bola, colocaba sobre el enjambre una escriña, escriño pequeño, que tenía atada en el interior de la base, una varita de olmo untada de miel.  Las abejas iban subiendo lentamente hasta que entraban todas.  Si tardaban es subir, se les daba un poco de humo para que se movieran más aprisa.  Se tapaba el escriño con un trapo y se llevaban a un dujo que estuviera vacío y dispuesto para esto....

sábado, 21 de agosto de 2010

Un jardin de flores

Lo que más me gusta en Patchwork son los scraps.  Cualquier colcha hecha con muchos trocitos diferentes es fascinante.

Me encontré con esta maravilla de colcha en una revista japonesa, y  me decidí a probar.


Empecé con el sistema del papelito, pero no parece que se me de nada bien, así que he acabado por pasar a método americano, y me va muy bien.  Un par de capítulos de la serie de turno y tengo otras tres o cuatro florecitas nuevas hechas.  También va muy bien para coser en el coche, que son un montón de horas perdidas.


44 florecitas llevo ya.  Creo que tendré bastante con unas 100, más o menos.


No sólo he usado los scraps que tenía por casa, sino que además he disfrutado comprando trocitos pequeñitos de telas monísimas...


La idea es que sea más bien rosa y verde, con el centro mayormente en amarillo.


Esta tela la recibí de un intercambio de telitas y tiene un aspecto muy tierno.


Este rosa es una de las primeras telas que compré, para mi primera colcha, que por cierto aún está pendiente de acabar de ser acolchada.


 También esta tela es un resto de esa misma colcha.  Pertenece a las tiras exteriores.



Para el centro de esta flor he usado un resto de una cortina, que tenía unas rositas muy delicadas.  Ya sabéis que de vez en cuando tiro de telas que no son de patch.

Todavía me queda mucha costura por delante, pero es un trabajo relajante, me gusta coser a mano, y como el resultado se ve rápido, cada flor es un trabajo acabado, pues una se va animando.

A ver si encuentro un ratito y pongo un tutorial, por si alguien quere hacer esta colcha.

martes, 10 de agosto de 2010

Miles de estrellas en el cielo...


Cuando acabé el bolso de diamantes azules tan bonito, me quedaron algunos diamantes sueltos, y muchos trocitos de telas azules.  Estuve jugando con ellos, y aunque para algunas quilteras experimentadas era evidente, para mi fue un descubrimiento poder hacer una estrella con ellas.

Y como soy tan obsesiva, y dibujar y cortar telitas delante de la tele es relajante, pues fui haciendo y haciendo y haciendo, hasta tener un montón (628 diamantes entre azules y blancos, sin contar los triángulos color chocolate)

Lo que no se me ocurrió en ese momento fue cómo montarlas.  Simplemente me puse a hacer estrellas, sin más.  Luego comencé con los diamantes en tonos blancos y crudos para rodear las estrellas.  Tuve que aprender a coser costuras en Y y no siempre es fácil.  El tema ha tenido sus más y sus menos, pero con bastante almidón y un buen planchado, iban quedando preciosas.


Y para las que preguntan si solamente se pueden usar telas especiales de patch, les diré que no, que se pueden usar muchas telas, pero cada una tiene sus pros y sus contras.

La telita de cuadros azul de esta estrella es fina y tiesa, de las de hacer camisas o blusas.  Como no estira, es difícil de usar, pero no imposible.

La tela azul oscura vino de Estados Unidos.  He observado que las telas que compro allí se deshilachan con más facilidad que las que tenemos aquí, pero eso tampoco es un gran inconveniente.


La tela azul clarita es de las de bebito (creo que es batista) y la he recibido como intercambio.  Es preciosa, pero no es de las normales de patchwork.  Sin embargo ha sido cómoda de trabajar.  Tiene una textura distinta, pero queda bien.


Aquí he jugado un poco con los dibujos de la tela.  Esta sí que es de patch.  Sin embargo la blanca es de Ikea, algodón 100%.  Son más tiesas y gordas que las de patch normales, pero hasta ahora no me han dado ningún problema, y eso que las uso mucho.  Ni me han deseteñido ni encogido.  Las uso bastante para la trasera, puesto que son colores lisos.  No creo que sean buenas para acolchar a mano, precisamente por ser tan duras.


Estas telas azules con los bordados son de una camisa de mi marido.  La camisa tenía una caida preciosa, que da bastantes problemas para trabajarla en patch, pero con bastante almidón y voluntad, también sirve.


En este caso he mezclado una tela de camisa, unas telas españolas y unas americanas.  Creo que es la estrella que más me gusta.


La tela de los círculos es de un scrap bag de telas navideñas que pedí a una tienda de Estados Unidos.  Y la azul oscura es una tela que tengo desde hace siglos en casa, que ni recuerdo de dónde salió.  Probablemente de algún mercadillo.


La tela del borde se la compré a Ana, de La Casa de Las Artesanas, en Burgos, y es preciosa.  Hace ondas y me recuerda mucho al mar.  Ya sé hasta cómo voy a acolchar esa zona.


En total 49 estrellas, y 10 rombos, 334 diamantes azules más 294 diamantes en crudo.  Todas dibujadas y cortadas a mano con tijera, y cosidas una a una sujetas con alfileres.  No creí que llegara a terminarla tan pronto.  Ni tampoco que iba a quedar tan bonita.

Ahora solamente falta acolchar, pero eso va a esperar a que haga algo menos de calor!

lunes, 9 de agosto de 2010

Escriño - Las labores en casa

El escriño.
Los hombres tenían a gala confeccionar, a su novia o a su mujer, el escriño para el pan. El material empleado consistía en tallos escogidos de centeno, agrupados paralelamente, no trenzados, asegurados entre si con hilo muy fino y resistente de cáñamo. Se empezaba haciendo una base plana doblando en espiral la encañaura de centeno hasta que tuviera el diámetro deseado. A partir de entonces se continuaba levantando las paredes. El atado se hacía a tramos muy cortos. El gusto, y el amor del artesano hacia la propietaria, se materializaban en los dibujos, hechos con lacitos de colores intercalados entre las vueltas de aquella encañaura, que resaltaban por los laterales formando letras, flores o arabescos. Se remataba con un reborde más grueso. Siempre he admirado la habilidad de las manos que confeccionaban aquellas obras de arte. Este trabajo eran el mudo homenaje del hombre al objeto de su amor, aunque lo gritaba por las calles, en la cabeza de su mujer durante el trayecto entre su casa y el horno. El escriño demostraba sobradamente los sentimientos de ternura que aquellos hombres, de apariencia tosca y ruda, tenían hacia sus mujeres. Lo que no decían las palabras lo construían las manos, porque no estaba bien visto manifestar de otra manera el cariño que anidaban sus corazones, hubiera sido, en su mentalidad, un signo de debilidad del cual habría que avergonzarse, por considerarlo como propio de mujeres.

martes, 3 de agosto de 2010

Un UFO acabado


Por fin acabé con esta colcha!  La empecé con un jelly roll a finales del año pasado y le añadí unas telas similares que tenía yo en mi stash, todas igual de suavecitas.

Ha quedado divina!


Puesta queda espectacular.  Los bordes los hice con la técnica del brik.  Básicamente, corté tiras del mismo ancho pero de largos diferentes y las fui cosiendo hasta obtener una tira de unos 30 metros, y luego
las fui cosiendo alrededor igual que un log cabin.

La tuve parada porque no tenía claro cómo acolcharla.  Pero en la Feria de Creativa de Valladolid vi este mismo modelo acolchado simplemente por las costuras, y me gustó. 

Sólo faltaba pensar cómo acolchar el borde.  Al ser tan grande, necesitaba algo de color y decidí bordarle esas flores.  En principio iba a hacerlas aplicadas, pero en clase me quitaron esa idea de la cabeza.  Me dijeron que iba a recargar la colcha, que ya que tenía colores románticos debía respetarlos, y tenían toda la razón del mundo.

Ese dibujo tan delicado le ha quedado precioso.


El tallo verde lo dibujé con una lata de galletas.  Así conseguí cuadrar las curvas.  A veces, mirando a nuestro alrededor podemos conseguir formas interesantes.  Ayer me encontré con unas ondas preciosas en una cajita de pasteles.  Tengo que probar a ver si me valen.


Aquí está la colcha secándose en el tendal.  ¿No es increíble cómo se buscan el sitio más fresquito de la casa?  Ahí estaba, la niña, tan feliz...

Supongo que se toma su trabajo de Controladora de Calidad de Quilts muy en serio!

lunes, 2 de agosto de 2010

Escriño en Chumillas - Cuenca

No explica cómo eran los escriños, con qué técnica estaban hechos, pero los menciona como cestos para el pan...

"Las mujeres amasaban su pan y lo ponían en sus escriños. Dentro del escriño se ponía una masera (sábana blanca) y la masa se tapaba con un tendido para que le diera calor y la masa se hiciera. "