sábado, 15 de septiembre de 2007

Tenerife - dia 5

Esta vez no tocó madrugar mucho, solo a las 8:00 am.

Lo que nos ofrecieron:

Ver unas pirámides
Viaje en barco con: vista de delfines y ballenas, comida y baño en alta mar, discoteca, barra libre y alguna sorpresa.

Lo que obtuvimos:
Unas pirámides:


No sé, pero a mi esto me parece un bonito aprovechamiento del suelo para la agricultura, pero ¿pirámides?

Mi fiera haciéndole competencia a las fieras nativas:




Viaje en barco - pues sí, en barco sí, pero tan lleno de gente que no todo el mundo tenía sitio.

Visita a los gigantes: Los acantilados impresionantes, pero con tanta gente delante, ni siquiera resulta bonito. Ni una foto sin gente he podido sacar.

Baño en alta mar: Bueno, al ladito de la playa en una minibahía que había entre los gigantes. Un lugar de ensueño, seguro que lo usarían mucho los piratas para esconderse, pero del que no puedes disfrutar con tantísima gente.
Además, para bañarte, había que bajar al piso de abajo, dejanto todas tus pertenencias arriba, primero, porque sino te quedabas sin sitio al volver, segundo, porque tampoco había sitio para dejar las cosas abajo.
Al final decidías arriesgarte y dejar la videocámara, la cámara de fotos, las carteras con la documentación y todo en la silla y bajas.
Oh sorpresa! Para los tropecientos que éramos, solo había un par de metros de barco para bajar. Atasco total. O metías algún codazo, o no salías al mar.
No hay fotos, porque era totalmente imposible intentar hacer una foto de nada con tantísima gente.

Comida a bordo: Sí, comida nos dieron. Un plato ovalado con: una cucharada de ensalada de patatas, una cucharada de verduras cocidas, tres albóndigas (a los primeros les echaron 4??), un bollito y un plátano. Todo encima del plato. ¿Os podéis creer que no había ni una sola superficie horizontal en todo el barco? Había que comer con el plato encima de las piernas o donde pudieras. A ver quien es el guapo que moja el pan con la salsa y además sujeta el plato.

Barra libre: Claro que todo esto debí suponerlo cuando vi lo que pomposamente llaman "barra libre" Una zona con unas botellas de dos litros de cocacola, naranjada y limonada, una jarra de cerveza y una de sangría. Por cierto, la sangría buenísima. Eso sí, a medida que se vaciaban las reponían, y estban frescas.

Delfines y ballenas en estado natural: Depende del lado del barco en que estuvieras. Si los delfines aparecían a la izquierda, la gente de la derecha no tenía espacio para ir a verlos. Tuvimos la suerte de que los delfines aparecieron una vez a la derecha, y otra a la izquierda. No fue lo mismo con las ballenas, que solamente aparecieron en un costado del barco. Conste: no es culpa de las ballenas que solamente hayan aparecido en un lado, sino de la organización por llenar tanto el barco de gente. Si hubiéramos sido la mitad, habríamos podido ir a ver a los animales a los dos lados sin problemas.


Sorpresa: Aparecen con una bota llena de licor de plátano sin alcohol. Para quien sepa beber en bota estuvo bien.

Discoteca: Esta fue la parte más divertida, quizás porque ya habíamos acabado con la sangría. Van y ponen en funcionamiento dos bolitas de esas de colores que hay en los techos de las discos de los 80, un poco de música cutre, y ya tenemos discoteca. Que no hubiera sitio donde bailar, porque todo estaba lleno de sillas no venía en el folleto.

Copa de Champán: Un vasito de plástico con un champán malísimo.

Ah1 Y una guía que seguro que su idioma nativo lo hablaría perfectamente, pero yo no conseguí entender lo que explicaba ni en español ni en alemán, que son mis dos idiomas maternos, ni en inglés ni en francés, que tampoco los manejo mal.

Total: menos mal que mi marido es un cielo y sabe animarme en cualquier situación, porque a medida que avanzaba el día y veía lo cutre que era todo y recordaba el precio que nos habían cobrado, me iba poniendo de mala leche.

Me pareció una tomadura de pelo!!

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sábado, 15 de septiembre de 2007

Tenerife - dia 5

Esta vez no tocó madrugar mucho, solo a las 8:00 am.

Lo que nos ofrecieron:

Ver unas pirámides
Viaje en barco con: vista de delfines y ballenas, comida y baño en alta mar, discoteca, barra libre y alguna sorpresa.

Lo que obtuvimos:
Unas pirámides:


No sé, pero a mi esto me parece un bonito aprovechamiento del suelo para la agricultura, pero ¿pirámides?

Mi fiera haciéndole competencia a las fieras nativas:




Viaje en barco - pues sí, en barco sí, pero tan lleno de gente que no todo el mundo tenía sitio.

Visita a los gigantes: Los acantilados impresionantes, pero con tanta gente delante, ni siquiera resulta bonito. Ni una foto sin gente he podido sacar.

Baño en alta mar: Bueno, al ladito de la playa en una minibahía que había entre los gigantes. Un lugar de ensueño, seguro que lo usarían mucho los piratas para esconderse, pero del que no puedes disfrutar con tantísima gente.
Además, para bañarte, había que bajar al piso de abajo, dejanto todas tus pertenencias arriba, primero, porque sino te quedabas sin sitio al volver, segundo, porque tampoco había sitio para dejar las cosas abajo.
Al final decidías arriesgarte y dejar la videocámara, la cámara de fotos, las carteras con la documentación y todo en la silla y bajas.
Oh sorpresa! Para los tropecientos que éramos, solo había un par de metros de barco para bajar. Atasco total. O metías algún codazo, o no salías al mar.
No hay fotos, porque era totalmente imposible intentar hacer una foto de nada con tantísima gente.

Comida a bordo: Sí, comida nos dieron. Un plato ovalado con: una cucharada de ensalada de patatas, una cucharada de verduras cocidas, tres albóndigas (a los primeros les echaron 4??), un bollito y un plátano. Todo encima del plato. ¿Os podéis creer que no había ni una sola superficie horizontal en todo el barco? Había que comer con el plato encima de las piernas o donde pudieras. A ver quien es el guapo que moja el pan con la salsa y además sujeta el plato.

Barra libre: Claro que todo esto debí suponerlo cuando vi lo que pomposamente llaman "barra libre" Una zona con unas botellas de dos litros de cocacola, naranjada y limonada, una jarra de cerveza y una de sangría. Por cierto, la sangría buenísima. Eso sí, a medida que se vaciaban las reponían, y estban frescas.

Delfines y ballenas en estado natural: Depende del lado del barco en que estuvieras. Si los delfines aparecían a la izquierda, la gente de la derecha no tenía espacio para ir a verlos. Tuvimos la suerte de que los delfines aparecieron una vez a la derecha, y otra a la izquierda. No fue lo mismo con las ballenas, que solamente aparecieron en un costado del barco. Conste: no es culpa de las ballenas que solamente hayan aparecido en un lado, sino de la organización por llenar tanto el barco de gente. Si hubiéramos sido la mitad, habríamos podido ir a ver a los animales a los dos lados sin problemas.


Sorpresa: Aparecen con una bota llena de licor de plátano sin alcohol. Para quien sepa beber en bota estuvo bien.

Discoteca: Esta fue la parte más divertida, quizás porque ya habíamos acabado con la sangría. Van y ponen en funcionamiento dos bolitas de esas de colores que hay en los techos de las discos de los 80, un poco de música cutre, y ya tenemos discoteca. Que no hubiera sitio donde bailar, porque todo estaba lleno de sillas no venía en el folleto.

Copa de Champán: Un vasito de plástico con un champán malísimo.

Ah1 Y una guía que seguro que su idioma nativo lo hablaría perfectamente, pero yo no conseguí entender lo que explicaba ni en español ni en alemán, que son mis dos idiomas maternos, ni en inglés ni en francés, que tampoco los manejo mal.

Total: menos mal que mi marido es un cielo y sabe animarme en cualquier situación, porque a medida que avanzaba el día y veía lo cutre que era todo y recordaba el precio que nos habían cobrado, me iba poniendo de mala leche.

Me pareció una tomadura de pelo!!

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